martes, 19 de agosto de 2014

Historia para Lucía #7: El Principito en Silla de Ruedas



Lucía, ayer en la noche me encontraba comprando unas cosas para ti y tu mami, y saliendo de la tienda me encontré con Dany. Te preguntarás ¿quién es? pues yo me hice la misma pregunta cuando lo vi, sentado en su silla de ruedas, algo sucio y con los ojos a medio abrir, ya que cada espasmo nerviosos de su cuerpo lo hacía retorcerse de una forma irreal. pero sabes hija, no sabía que Dany era la mejor persona del mundo.


Nos pusimos a conversar, me contó, como pudo, ya que no puede hablar mucho, que su silla de ruedas es una nave y que todos, todos, son sus amigos. Dany ve el mundo como un niño, quizás para olvidar que su papá los abandonó y que su madre murió de la misma enfermedad que él padece. Sin embargo, él se sube todos los días a su nave y sale al mundo, sin miedo.


Lucía, Dany me enseñó que la sonrisa es la mejor forma de olvidarse de una enfermedad, que la sonrisa llena nuestra desesperanza de ganas, de coraje. Dany vive en su universo maltratado, pero lo navega infinitamente. Lucía, amor de mi vida, si un día vez a Dany, dile que te lleve en uno de sus viajes, siéntate con él y escúchale, porque Dany es el Principito en silla de ruedas.   

lunes, 4 de agosto de 2014

Historia para Lucía #6: Pausa y Aprendizaje




Hola Lucía, durante estas últimas semanas, en las que inicié este proyecto para enseñarte que nada es imposible, que con pequeñas cosas, historias, las personas pueden cambiar nuestro mundo y con ello nosotros, el mundo de los demás, he aprendido que así como existe gente buena, con ganas de ver la realidad de otra manera, también existen de las que intentan retenerte en un mundo de mala fe y criticas que destruyen. No esperes Lucía que todo el mundo te quiera, ni que todo el mundo piense bien de ti. Las personas leen lo que haces o dejas de hacer, según sus experiencias, según su corazón. 


Solo quiero decirte que gracias a las personas que nos han cambiado la vida en estas semanas, he aprendido a rescatar a mi niño interno, un niño que ve las cosas diferente, que no se va a rendir. Hija de mi corazón, nunca te rindas, a pesar de la burla o la risa de la gente, porque sus carcajadas e ironías, con el tiempo se convierten en aplausos. Lucha por ser mejor siempre, por cada sueño en el que creas, se la mejor para ayudar a los demás.

Aquí te dejo un video que me ayudó a entender mejor quién debo ser.