miércoles, 16 de julio de 2014

Historia para Lucía #5: Enamorando Gratis



"Julia vende panes en una esquina. Esconde su mercadería en arbustos para que Serenazgo no se la quite. Se enamoró de su esposo mientras le vendía un desayuno. Juntos decidimos enamorar gente con desayunos gratis"

Hola Lucía, quiero contarte a quien conocí hoy, su nombre es Julia, como tu bisabuela. Ella vende panes en una esquina cercana a mi trabajo. Siempre la veo moviéndose por entre las calles, y es que se oculta del Serenzago, y esconde su mercadería en arbustos para que no se la quiten. Hijita, Julia es mamá de tres hijos y con esfuerzo los saca adelante. Se levanta todos los días a las 3am para preparar los panes, y sale de su casa a las 5am.

Hija, ella me enseñó que tenemos suerte de trabajar sin tener que ser perseguidos por alguien, me enseñó que tenemos suerte de solo preocuparnos en hacer las cosas bien. Julia trabaja honradamente y aún así tiene que esconderse. Pero no todo es malo hija, Julia conoció a su esposo vendiéndole un desayuno, es así que le propuse enamorar a su clientela ese día, decidimos regalarles los desayunos. La gente, al principio, se sorprendía, pero luego se dejó llevar por el sentimiento de compartir. Hoy Julia me enseñó que los detalles sí importan, que compartir enamora, que no importa que te persigan si sabes que lo que piensas o haces no tiene mancha. 

miércoles, 9 de julio de 2014

Historia para Lucía #4: Hasta luego


"María es una amiga de tiempo. Su papá ha muerto. Yo no fui al velorio. no me gusta ir. Pero le escribí una carta que durará más que unas flores o un pésame"

Lucía, hijita, esta vez no tuve que salir a buscar a alguien para poder ayudar. Sí mi amor, María es una querida amiga que perdió a su papá hace unos días. Tú ya me conoces no soy de ir a velorio o funerales, me pongo muy mal, no le mandé flores, ni quise darle el pésame. Lo que quise fue escribirle una carta, y lo hice. 

Parece mentira Lucía, pero quien más necesita de ti puede ser tu propio padre, madre, hermano o amigo. María y su familia (quienes me ayudaron con ciertos datos para redactar la carta) me enseñaron que lo cotidiano es invisible a nuestros ojos, y que puede que quien más ames o quieras, necesite de tú ayuda, y no lo veas, pensando que todo esta bien. María sonrió hoy, también lloramos, pero sobre todo los dos confiamos. A los dos nos cambiaron el mundo, no éste, sino el espiritual.   

miércoles, 2 de julio de 2014

Historia para Lucía #3: Cátedra Inolvidable


"Alexis vive con su abuela y la mantiene. Trabaja 8 horas diarias parado, vigilando. Lo encontré con los ojos tristes, por un adelanto negado. Él quería pagar sus estudios. El profesor que llevo dentro lo ayudó"


Lucía, amor, hoy pasando por una calle cerca a casa vi a un chico, un vigilante, no tenía más de 20 años, estaba parado en una esquina y miraba su radio-comunicador con una tristeza digna del cielo gris de Lima. Le habían negado un aumento de ¡100 soles! para pagar sus estudios. Sabes Lucía, el solo vive con su abuela y se quiere superar, trabaja 8 horas parado luego de ir a estudiar en la universidad.
Yo nunca tuve que trabajar para mantener a nadie mientras estudiaba. Lucía, Alexis me movió el alma, porque me enseñó que las ganas son más importantes que las ciencias, que nada esta dicho, que a pesar de los problemas, los objetivos se alcanzan. Hija, yo soy un profesor, pero la lección me la dio Alexis con su vida, fue una cátedra inolvidable.